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Deshidratación un problema de salud

La deshidratación es una afección que ocurre cuando perdemos más líquidos de los que este reincorpora, con la alimentación habitual. La deshidratación, no se convierte en un problema grave de salud siempre y cuando esta sea leve; lo que su suele provocar la deshidratación es debilidad, y mucha perdida de energía.
Si bien, es cierto, las pequeñas pérdidas de líquido no representan un problema grave y en la mayoría de los casos pasan completamente desapercibidas y el organismo responde buscando el modo de equilibrarse, sin embargo mantener al organismo en este estado de modo permanente y sin que el organismo pueda recuperarse de estas pérdidas (de minerales y electrolitos) presentes en los líquidos corporales, puede llevar a que la persona la pase bastante mal.  Por otro lado, la gravedad de la deshidratación también dependerá de la velocidad con la que se ha perdido el agua; así si la perdida es brusca, los síntomas serán más graves y rápidos, mientras que si la perdida es gradual, el organismo tendrás la opción de activar sus mecanismo compensatorios, pero si es por periodo prolongado, la falla puede ser irreversible.
Teniendo en cuenta esta realidad se han establecido pautas y guías para la población recordando la importancia de la hidratación, y como están deben ir siendo inculcadas e interiorizadas en todas y cada una de las personas, de toda edad, ya que mantener un nivel de hidratación adecuado es imprescindible para la supervivencia, salud, rendimiento físico e intelectual.

Definición
La deshidratación es la alteración de agua y sales minerales en el plasma de un cuerpo. Puede producirse por estar en una situación de mucho calor (sobre todo si hay mucha humedad), ejercicio intenso, falta de bebida o una combinación de estos factores. También ocurre en aquellas enfermedades donde está alterado el balance hidroelectrolítico. Básicamente, esto se da por falta de ingestión o por exceso de eliminación de agua.
Sabemos que nuestro organismo, contiene aproximadamente dos tercios de su volumen en agua. Cuando una persona se deshidrata, significa que la cantidad del agua que contiene su organismo ha descendido por debajo de la concentración requerida o normal   este deja de funcionar con normalidad.

 Tipos
– Deshidratación isotónica: La pérdida de agua es similar a la de solutos. Hay una disminución de volumen, pero sin cambios de composición.
– Deshidratación hipertónica: La pérdida de agua libre es mayor que la de solutos.
– Deshidratación hipotónica: En la que se pierde más sodio que agua.

Factores de riesgo
Niños
: En el caso de los bebes, ellos excretan gran cantidad de orina, por tener los riñones inmaduros y una producción de hormona antidiurética limitada. Por otro lado, presentan deshidratación porque es difícil que puedan expresar, si tienen sed o calor. Por ultimo son más sensibles al calor, lo que les hace más fácil, perder gran cantidad de agua.
Ancianos: En la tercera edad, el consumo de agua se ve reducido, puesto que los adultos no le dan la prioridad pertinente, ya sea por incontinencia urinaria, o por un factor de incomodidad del movimiento así mismo la función de los riñones se reduce con la edad.
Embarazo: Es bien sabido que 2/3 del aumento del peso en el embarazo, es agua; gran parte de esta agua está contenida en el líquido amniótico, que protege al bebe en el útero materno, y las gestantes son vulnerables a la deshidratación por la presencia de las náuseas u vómitos tan frecuentes en el periodo gestacional. Una correcta hidratación en este periodo, es importante ya que ayuda a evitar la presencia de infecciones urinarias, así como ayuda a combatir la constipación.
Deportistas: Si se desarrolla actividad física sin una correcta hidratación previa puede llevar a situaciones graves, en el ejercicio o trabajo físico en condiciones de mucho calor y/o mucha humedad.

Por qué se produce
La deshidratación leve es común y normalmente está provocada por una ingesta insuficiente de líquidos a lo largo del día. En niños, la diarrea es una causa común de deshidratación. Continuamente se pierden líquidos a través de funciones normales del cuerpo como son la sudoración, la respiración y la orina. Algunas causas comunes de deshidratación incluyen la pérdida de agua gastrointestinal debido a diarrea y a vómitos, un exceso de orina, una pérdida excesiva de agua a través de la piel (sudoración) y de los pulmones (respiración) debido al calor y/o a la humedad, la actividad física, la fiebre o las quemaduras.
Diarrea: Uno de los motivos por los que una persona puede perder demasiada agua es por una infección que cause diarrea. La diarrea puede estar causada por bacterias, virus o parásitos. Cada deposición puede conllevar una pérdida significativa de agua que puede llegar hasta 1 litros por hora en casos extremos. A nivel mundial, más de cuatro millones de niños mueren cada año de deshidratación por diarrea.
Vómitos: La pérdida rápida de agua producida por vómitos intensos y continuos aumenta la probabilidad de deshidratación, ya que es difícil restaurar la hidratación mediante la ingesta de líquidos. El riesgo de deshidratación por vómitos es más alto en bebés y en niños, en ancianos, en gente con trastornos de la alimentación (por ejemplo, bulimia) y en cualquiera que esté tomando medicamentos que provoquen vómitos.
Exceso de orina: Existen ciertos medicamentos que aumentan el gasto urinario respecto a los niveles normales (por ejemplo los diuréticos), y hay trastornos que afectan la función renal, dando lugar a una pérdida de agua corporal a través de la orina. Algunos de los trastornos que pueden afectar la producción de orina incluyen la diabetes y el cáncer de riñón. La diabetes está caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre, causando altos niveles de glucosa en la orina y un exceso de orina que puede producir deshidratación.
Sudoración: El sudor o la perspiración (transpiración) es un mecanismo de enfriamiento utilizado por el cuerpo en situaciones de calor, humedad y actividad física. La humedad puede jugar un papel más importante en la deshidratación que el calor, ya que en el primer caso el sudor del cuerpo cae en gotas en vez de evaporarse, y por tanto no produce una eliminación de calor del cuerpo. Sin embargo, se producen altos niveles de sudoración si se realiza deporte u otra actividad física tanto en condiciones de humedad como seca. La ropa pesada limita la evaporación del sudor, lo que significa que el calor corporal no se disipa y por tanto el cuerpo pierde más agua a medida que intenta eliminar más calor. La acumulación de humedad por la falta de transpiración de la ropa provoca un mayor aumento de la sensación de calor, incrementándose el grado o nivel de sudoración o perspiración.
Fiebre o quemaduras: Estas alteraciones, incluyendo las quemaduras de sol, aumentan la temperatura corporal, requiriendo una mayor cantidad de líquidos para un funcionamiento adecuado del cuerpo. La fiebre se produce cuando hay una infección y el cuerpo utiliza una cantidad significativa de agua en forma de sudor para enfriarse. Las personas que han sufrido quemaduras se deshidratan porque el agua penetra en la piel dañada y se pierde debido a la evaporación.

Signos y síntomas
Signos de deshidratación leve o moderada:

  • Sed
  • Boca seca o pegajosa
  • No orinar muchoOrina amarilla oscura
  • Piel seca y fría
  • Dolor de cabeza
  • Calambres musculares

Signos de deshidratación grave:

  • No orinar u orina amarilla muy oscura o de color ámbar
  • Piel seca y arrugada
  • Irritabilidad o confusión
  • Mareos o desvanecimiento
  • Latidos cardíacos rápido
  • Respiración rápida
    Ojos hundidos
    Shock (falta de flujo sanguíneo a través del cuerpo)
    Inconsciencia o delirio

Consecuencia
La deshidratación no es una condición benigna, pues desequilibra la función homeostática del medio interno.  Se asocia con:
Mayor riesgo de caídas
Infección del tracto urinario
Formación de cálculos renales
Enfermedad dental
Trastornos broncopulmonares
Estreñimiento
Dolores de cabeza y migrañas
Es precursor independiente de mortalidad en individuos mayores.

Como prevenirlo
Aunque dependamos del agua nuestro organismo no es capaz de almacenarla, lo que implica que debe ingerirla regularmente a lo largo del día; por tanto no debemos dejar de lado, su consumo pues este es de vital importancia. Si suele ingerirse en cantidad inferior a la recomendada, por la mayor parte de los individuos, lo que hace que muchas personas presenten un cierto grado de deshidratación, que perjudica su salud, capacidad funcional y bienestar.
Dada la variabilidad interindividual y diversidad de circunstancias exógenas y endógenas, que van cambiando con el tiempo, lo más práctico sería ingerir agua incluso en ausencia de sed, ya que de no existir problemas de eliminación, resulta conveniente la abundancia de líquido incluso para favorecer la función renal.
Consumir al menos 2.5 litros de bebidas/día (unos 10 vasos), pero en embarazo, lactancia y ancianos el mínimo aconsejado debería ser de 3 litros/día (12 vasos)

Bibliografía

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  • Nutrition for Health, Fitness & Sport 5ta. Edi. The Mc GRAW-HILL Inc.
  • Síndrome Diarreico Infeccioso, Romero cabello. Herrera Benavente. 2002 – Editorial Médica Panamericana.  Cap. 47
  • Anatomía, fisiología y pato fisiología del hombre, Gerhard Thews, Ernst Mutschler. Editorial Reverté S.A. 1998.  Cap. 13
  • Fisiología humana Un enfoque integrado 4ta ed. 2007,  Dee Unglaub Silverthorn, Ph.D. Editorial Médica Panamericana. Cap. 20

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