La Miel es la sustancia natural dulce producida por la abeja Apis mallifera, a partir del néctar de las flores y de otras secreciones extra florales que las abejas liban, transportan, transforman, combinan con otras sustancias, deshidratan, concentran y almacenan en panales.
Constituye uno de los alimentos más primitivos que el hombre aprovechó para nutrirse. Su composición es compleja y los carbohidratos representan la mayor proporción, dentro de los que destacan la fructosa y glucosa, pero contiene una gran variedad de sustancias menores dentro de los que destacan las enzimas, aminoácidos, ácidos orgánicos, antioxidantes, vitaminas y minerales.
COMPOSICIÓN QUÍMICA DE LA MIEL
Los azúcares (carbohidratos) glucosa y fructosa. Ambos azúcares suponen el 75% en peso de la miel. La miel también posee otros tipos de azúcares, así como La sacarosa, un disacárido formado por la unión de fructosa y glucosa, constituye el 1% de la composición de la miel.
Otros disacáridos de la miel son la maltosa y galactosa. La fructosa es levemente más dulce que la sacarosa. En la mayoría de las mieles, la fructosa predomina sobre el resto de azúcares y esto hace que la miel sea más dulce que el azúcar.
También existen otros tipos de mieles que contienen más glucosa que fructosa. La miel puede llegar a ser hasta 1,5 veces más dulce que el azúcar.
Su tercer componente mayoritario es el agua, aproximadamente un 20%.
La miel contiene además, minerales como fósforo, magnesio, calcio, hierro, sodio y potasio.
Vitaminas como el ácido ascórbico (vitamina C), tiamina (vitamina B1), riboflavina (vitamina B2), ácido nicotínico y piridoxina (vitamina B6), excepto la vitamina A.
Ácidos orgánicos como el acético, butírico, cítrico, fórmico, fólico, glucónico, láctico, málico, piroglutámico, y succínico. El ácido orgánico principal es el ácido glucónico. Los ácidos orgánicos (alifáticos y aromáticos) presentes en la miel influyen sobre su sabor, sobre todo los aromáticos. El PH ácido de la miel inhibe la presencia y crecimiento de microorganismos.
Contiene cerca de 18 aminoácidos libres, pero están presentes en cantidades pequeñas (casi el 0,1% de su peso) desde el punto de vista nutricional. El aminoácido prolinaes el más abundante.
Además de todos estos elementos, la miel posee proteínas, hormonas estrogénicas, inhibinas y sustancias con acción insulínica y colinérgica.
La miel líquida contiene, por cada 100 gramos, unos 82 g de carbohidratos y proporciona unas 304 kilocalorías. Así, una cucharada de miel con 21 gramos, contiene aproximadamente 17 gramos de carbohidratos y a razón de unas 4 kilocalorías por gramo, su poder calórico será de 68 kilocalorías (kcal).
La miel es higroscópica ya que es rica en azúcares como la fructosa y puede absorber el agua fácilmente bajo ciertas condiciones. El color y sabor de la miel de abeja no se deriva de las abejas, sino de la fuente de donde las abejas extraen el néctar y fabrican la miel.
PROPIEDADES DE LA MIEL
La Miel es un alimento ideal para niños, estudiantes, ancianos, convalecientes y deportistas.
Problemas de hipertensión e hipotensión, problemas cardíacos, artritis, reuma, estreñimiento, dispepsia, acidez e insomnio.
Descongestionar bronquios y pulmones y suavizar la garganta.
Aftas bucales (en enjuagues).
La Miel para uso cosmético por sus propiedades suavizantes y antiinflamatorias.
La inflamación de las hemorroides (en uso externo).
Al ser una alimento alcalino no suele causar problemas de asimilación en personas con disfunciones digestivas, siendo de gran ayuda en la cicatrización de úlceras de estómago y duodeno.
Su riqueza en potasio la convierte en bactericida, impidiendo el desarrollo de caldos de cultivo, por lo que se utiliza desde la antigüedad como conservante de alimentos y de platos cocinados, a los que enriquece con su sabor.
La Miel actúa como un eficaz desinfectante y cicatrizante de heridas.
USO RECOMENDADO DE LA MIEL
Como alimento:
Para untar rebanadas de pan, queso, aguacates, frutos secos troceados, etc
Para elaborar zumos o acompañar a frutas secas como el arrope
Para endulzar y fortalecer los cereales del desayuno, el yogur o los preparados infantiles
Para elaborar todo tipo de pastas y pasteles
Para hacer helados
Como terapia:
Para curar el catarro y la gripe: tomar al acostarse una taza de leche caliente con miel, jugo de limón y unas gotas de coñac.
Como tónico general: tomar un vaso de leche caliente al que se le añaden tres cucharadas de miel, un huevo batido y una copa de vino generoso.
Para evitar los resfriados y la tos bronquial: se recomiendan las infusiones de miel con limón.
En caso de gargantas irritadas: mezclar dos cucharadas soperas de miel, dos de glicerina, una de zumo de limón y una gota de jengibre. Mantener esta mezcla caliente y tomarla cada dos horas.
Para relajarse y conciliar el sueño: tomarse antes de acostarse un vaso de leche caliente con miel.
En caso de artritis, reumatismo o calambres musculares: por su aporte de potasio la miel ayuda a sobrellevar mejor esas dolencias.
La miel también es buena para combatir la anorexia, los trastornos nerviosos, las depresiones menores y las alteraciones metabólicas relacionadas con la desnutrición.
En caso de quemaduras, la aplicación de miel ayudará a aliviar el dolor y a detener la formación de ampollas. En la IIª Guerra Mundial los hospitales soviéticos usaban miel en los vendajes de los soldados.
Como cosmético:
En la piel: La miel y la cera constituyen la base de muchas cremas cutáneas, mascarillas, lápices de labios y lociones para pieles ásperas y grietas de las manos. Una de las mascarillas más usadas es miel con limón, excelente para limpiar la piel, mientras que la mascarilla de miel con avena es muy utilizada como exfoliante natural; sin embargo lo más importante es que la mascarilla se aplique con la piel limpia y se mantenga durante 10 o 15 minutos de forma que sus propiedades tengan tiempo de actuar en nuestra piel.
En el cabello: Para mantener un cabello sano y limpio, para lo cual añadiremos una cucharada de miel al champú habitual y de esta forma se evita la entrada de gérmenes al cuero cabelludo. Para los cabellos secos, la mezcla de una parte de miel con tres partes de oliva genera una mascarilla hidratante excelente siendo mayor su eficacia cuanto mayor es el tiempo que permanece actuando sobre el cabello.
EFECTOS BENEFICIOSOS DE LA MIEL EN NUESTRO ORGANISMO
Efecto sobre las Heridas: Una de las propiedades curativas de la miel es su gran poder antibiótico (lo cual evita la infección) y emoliente (que baja la inflamación). La inhibina es la sustancia que consigue que la miel aporte estos beneficios antimicrobianos. Se han realizado estudios que demuestran que los apósitos embebidos de miel son la mejor aplicación sobre las heridas, siendo de gran importancia sus beneficios en los casos de úlceras, quemaduras e incluso heridas quirúrgicas infectadas. En la curación de las heridas también se demostró la importancia de una de sus propiedades: la hidrofilia, según la cual la miel tiene la cualidad de absorber el agua; gracias a esta propiedad los apósitos al ser retirados dejaban la herida limpia sin eliminar el tejido nuevo que había generado el organismo y permitiendo la aplicación de un nuevo apósito sin necesidad de retirar ningún residuos.
Efecto en Afecciones Respiratorias: En el caso de las vías superiores, la miel actúa sobre las mucosas de la nariz, laringe y alveolos pulmonares haciendo que sus propiedades actúen en los tratamientos de rinitis aguda y crónica, faringitis, bronquitis y otras enfermedades respiratorias.
Efecto en las Afecciones Cardiacas: El corazón es un músculo que requiere de gran aporte energético debido a su trabajo constante, de ahí que la miel aporte beneficios a este importante órgano, puesto que su propiedad digestiva y de fácil asimilación aporta rápidamente energía al miocardio siempre que lo necesite. La miel no solo acelera la actividad del corazón sino que también contribuye a nutrir sus células y su glucosa contribuye a la dilatación venosa, propiedad muy importante para la circulación de la sangre. La miel aumenta el caudal de los vasos coronarios, por lo que facilita las contracciones del corazón y le ahorra energía en aquellos corazones fatigados y castigados por el estrés.
Efecto en las Afecciones del Sistema Digestivo: Se han realizado estudios que indican los beneficios de la miel en los casos de estreñimiento favoreciendo la asimilación de nutrientes y el movimiento intestinal. La miel posee una elevada concentración de fructosa que es ideal para el estreñimiento ocasional, la fructosa sin digerir nutre además las bacterias que habitan en nuestro intestino y la fermentación que resulta de ello aporta agua al intestino grueso actuando como laxante. Otras de las propiedades de este alimento son que combate la acidez (cuando se consume templada), resulta beneficiosa en los casos de úlceras ayudando a su cicatrización, combate los dolores gástricos, reduce la formación de gases en el estómago y ayuda a combatir la gastritis.
Efecto en el Agotamiento Físico y Mental: La miel se recomienda para tratar el agotamiento físico y mental, aunque también para tratar los estados de ansiedad y nerviosismo, esto es porque la glucosa que contiene la miel es un nutriente fundamental para las neuronas; además este alimento proporciona energía a las células musculares, lo cual no solo calma los calambres, sino que también reduce las contracturas y la rigidez de los músculos provocadas por los nervios. Se han practicado estudios en pacientes que sufrían corea y padecían contracciones musculares a los cuales se les administraba miel.
Efecto en la Fertilidad: Las conocidas propiedades somníferas de la miel hacen que ésta sea también recomendable en pacientes con insomnio crónico; así como en personas nerviosas o fatigadas.
LA MIEL EN COSMÉTICA
Las propiedades de la Miel más importantes para la cosmética son como nutriente e hidratante de la piel lo cual aplicado en forma de mascarilla aporta suavidad y frescor reduciendo así las arrugas y la sequedad en aquellas pieles que la padezcan. Además su propiedad hidrófila que hace que la miel absorba las secreciones de la piel actuando a su vez como desinfectante.
Las Mieles se han utilizado durante siglos en la belleza femenina; siendo utilizada por Popea, la esposa del emperador romano Nerón, para dejar su rostro más terso y joven, y por Ana de Inglaterra para conseguir un cabello brillante gracias a sus propiedades acondicionadoras e hidratantes.
En piel: La Miel aporta grandes beneficios a la piel gracias a sus propiedades nutritivas, antiinflamatorias y bactericidas, las cuales convierten a la miel en un excelente cicatrizante y un estupendo nutriente de la dermis y de los nervios subcutáneos. Las propiedades humectantes de la miel hacen que ésta sea utilizada en diversos tratamientos dérmicos, sobre todo en la actualidad en que las agresiones externas son diarias y provocan el envejecimiento prematuro con la aparición de sequedad y de escamas en la piel. Es en estas circunstancias donde la aplicación de mieles hace que la piel se mantenga hidratada en profundidad, por esta razón la miel se usa para elaborar cosméticos destinados al cuidado del rostro y el cabello. Además de estas propiedades humectantes, la miel se utiliza como limpiador, como regenerador de la piel gracias a sus propiedades antioxidantes y en los tratamientos del acné aporta sus beneficios antibacterianos y antisépticos.
En cabello: Un estudio realizado en 1964 demostró que las propiedades de la miel actuaban sobre el cuero cabelludo enfermo aportando grandes beneficios, para ello un grupo de pacientes con problemas de caspa y dermatitis seborreica debían aplicarse mascarillas de miel durante un tiempo para observar los resultados. Los pacientes comenzaron el tratamiento con pérdida de cabello, picazón, ronchas con escamas secas, lesiones y otros problemas del cuero cabelludo, tras una semana aplicándose diariamente las mascarillas de miel dejaron de sentir picores y mejoró el enrojecimiento, mientras que dos semanas más tarde las lesiones habían cicatrizado y empezaban a desaparecer.
RECETAS CON MIEL
Torrijas: Cortar en rodajas una barra de pan, mejor si es del día anterior. Rociarlas con leche templada muy enmelada. Rebozar las torrijas en huevo y freír en aceite muy caliente. Rociarlas con un almíbar de vino y miel.
Queso con miel: Tomar pequeños trozos de queso untados de miel con pan. El contraste entre el recio sabor del queso y el dulce de la miel resulta exquisito.
Hojuelas: Batir seis huevos en medio kilo de harina y añadir una copa de aguardiente, una pizca de sal y el agua necesaria hasta obtener una masa blanda. Afinar esa masa con un rodillo y cortarla en trozos pequeños. Se fríe en aceite muy caliente y se sirve con miel.
Torta de miel: Mezclar un kilo de harina y 1 de miel hasta que formen una pasta. Añadir un huevo, un poco de agua y 1 cucharada de bicarbonato. Hornear durante una hora a fuego moderado.
Compota: Cocer a fuego lento una mezcla de miel, agua y frutas; aromatizarlo con anís, canela y clavo; se deja enfriar en la nevera y se decora con un poco de nata.
Manzanas asadas: Abrir un hueco en la manzana alrededor del rabillo y llenarlo de miel. Asar al horno.
Almendrado de miel: Obtener un jarabe mezclando 200 gramos de azúcar y medio litro de agua. En otro recipiente, se calienta sin que hierva kilo y medio de miel. Mezclar todo ello y añadir 150 gramos de almendras secas, tostadas y troceadas. Colocar porciones de esta masa entre obleas o en moldes que contengan una ligera capa de mantequilla.
Bombones de miel: En un recipiente se ponen un kilo de azúcar, 1/2 de miel y cuatro cucharadas de manteca. Una vez cocido, se añade 1/2 de nata fresca, un poco de café cargado y anís.
Caramelos de miel: Se derrite a fuego lento a partes iguales agua, miel y azúcar. Cuando todo esté bien mezclado y “a punto de caramelo” (cuando una gota de esa mezcla se parta como el vidrio al echarla al agua), se vacía en moldes ligeramente untados de mantequilla. Dejar enfriar.
Turrón de miel: En un recipiente se coloca un kilo de miel, dos de azúcar bien molida y la corteza de un limón. Se pone al fuego hasta que llegue a punto de caramelo. Se deja enfriar y se agregan ocho claras de huevo batidas como para merengue. La mezcla obtenida se bate hasta que esté blanca. Se echa en un molde y se añaden almendras troceadas.
Helado de frutos secos con miel: Picar 200 gramos de nueces o avellanas y caramelizarlas con 100 gramos de miel. Añadir poco a poco 1 dl. de crema de leche y remover suavemente; hacer una melaza con un vaso de vino; emplatar el postre con las nueces calientes y el vino; colocar encima una bola de helado.e